76 P.R. Dec. 387 | Supreme Court of Puerto Rico | 1954
Contra el aquí apelante se presentó acusa-ción el 23 de junio de 1952 ante el anterior Tribunal de Dis-trito de Puerto Rico, Sección de Ponce, imputándole un delito
En apelación señala como único error el de no haber el tribunal sentenciador ordenado, conforme lo solicitó y sostuvo que procedía el acusado, el archivo de esta causa loor razón de doble exposición. No tiene razón. El proceso anterior y la sentencia absolutoria recaída en el mismo no constituían una absolución por el mismo delito, toda vez que dicha sentencia fué motivada por una incongruencia entre las alegaciones de la acusación y la prueba. La intención con que se lleva a cabo la penetración es un elemento esencial del delito de escalamiento estatuido en el artículo 408 del Código
Habiendo establecido la prueba que desfiló en el primer proceso seguido contra el aquí apelante que su intención al penetrar en la residencia de Santos Martínez fué la de come-ter violación, la misma no sostenía la alegación de que lo fué con intención de cometer hurto o ratería. Ford v. State, 54 S.W. 761 (Tex., 1899) ; People v. Crowley, 35 Pac. 84 (Cal., 1893) ; State v. Perry, 50 So. 799, 802, 803 (La., 1909). La incongruencia, pues, era fatal y actuó correctamente el tribunal a quo al absolver al acusado en el primer proceso. Cf. Pueblo v. León, 67 D.P.R. 557.
El artículo 167 del Código de Enjuiciamiento Criminal dispone: “Si el acusado Mibiere sido anteriormente absuelto por existir divergencia entre la acusación y la pmeba, o la acusación hubiere sido desestimada por defecto de fondo o forma, o para exigir responsabilidad al acusado por un delito de mayor gravedad, sin haber recaído sentencia absolutoria, esto no constituirá absolución del mismo delito.” (Bastardillas nuestras.)
El presente caso cae de lleno dentro de las disposiciones del citado artículo y la defensa del acusado de doble exposición era improcedente. La jurisprudencia se pronuncia en igual sentido. Véanse People v. Hughes, 41 Cal. 234 (1871); People v. Oreileus, 79 Cal. 178 (1889) ; Sims v. State, 5 So. 525 (Miss., 1889) ; State v. Platt, 151 S.E. 206, 213 (S.C., 1930); State v. Crisp, 125 S.E. 543 (N.C., 1924); Mitchell v. State, 80 So. 730 (Ala., 1918).
No existiendo el error señalado, la sentencia será confir-mada.